Candida auris, el hongo emergente que ya es una preocupación mundial, se transmite entre personas
El patógeno es multirresistente a los antimicóticos y causa enfermedad grave en pacientes hospitalizados

Candida auris representa un problema de salud pública mundial debido a que presenta dificultades en su identificación, resistencia múltiple a los antimicóticos y capacidad de persistir en el ambiente hospitalario y de diseminarse con gran facilidad.
Las tres clases de antimicóticos que se utilizan para tratar infecciones micóticas invasivas son azoles, polienos y equinocandinas. Recientemente se descubrió que aún pacientes que no habían sido tratados con antimicóticos podían portar C. auris resistente a las tres clases disponibles de antimicóticos.
Los CDC (Centers of Diseases Control and Prevention) informaron el aislamiento de cepas multirresistentes en pacientes de un centro hospitalario en Washington, DC y en un centro de atención en Texas; ninguno de esos pacientes había recibido el antimicótico equinocandina. Los casos proporcionarían la primera evidencia que las cepas de C. auris multirresistentes o resistentes a equinocandina podrían haberse transmitido en los entornos de atención médica.
Candida auris es un hongo emergente que ha estado causando enfermedades graves en pacientes hospitalizados en una docena de países. Más de 1 de cada 3 pacientes con infección invasiva por C. auris, muere.
La resistencia a los antimicrobianos es un problema crítico de salud pública mundial. En su reporte 2019 sobre las mayores amenazas y datos relativos a la resistencia a antimicrobianos, los CDC identificaron las resistencias que consideran como amenazas urgentes, graves y preocupantes: un total de 18, con 5 amenazas urgentes, 11 consideradas como graves, 2 resistencias nuevas y 3 amenazas en la lista de vigilancia. C. auris fue incluido entre las amenazas urgentes.
C. auris se propaga rápidamente en hospitales y hogares de ancianos, por lo que es importante identificar rápidamente el hongo en los pacientes y detener su proliferación. Como puede estar en la piel del paciente sin causar infección, permite su propagación a otras personas.
El hongo fue identificado por primera vez en 2009 en Asia. En América, la alarma comenzó en Panamá, donde en 2016 los CDC confirmaron, por primera vez, la presencia de C. auris. Casi al mismo tiempo, se identificaron casos de C. auris en Colombia. La mayoría de los aislados de C. auris eran resistentes, al menos, a uno de los tres tratamientos antimicóticos más utilizados.
En 2015, C. auris comenzó a extenderse en los Estados Unidos. Los casos reportados aumentaron 318% en 2018 en comparación al año anterior: 323 casos clínicos en 2018, con 90% de los aislados resistentes a, al menos, un antimicótico, 30% de los aislados resistentes a, al menos, dos antimicóticos. Además de Panamá y EE. UU., en América se ha reportado el aislamiento de C. auris en Canadá, México, Guatemala, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Perú, Brasil y Chile.
Desde su descubrimiento en 2009, Candida auris se ha convertido en una grave amenaza para la salud humana. La Organización Panamericana de la Salud recomienda la notificación a las autoridades de salud de cualquier aislamiento positivo de C. auris confirmado por métodos validados. En algunos países el aislamiento del C. auris es de reporte obligatorio.