La parálisis mortal producida por el botulismo podría revertirse
Nanoanticuerpos lograrían ingresar a las neuronas a través de una toxina botulínica modificada.

Aunque poco común, el botulismo es una enfermedad grave causada por la ingesta de alimentos contaminados. Las toxinas producidas por la bacteria Clostridium botulinum dañan la conexión neuromuscular y producen parálisis muscular progresiva, con frecuencia fatal. Se consideran las toxinas más potentes conocidas, e incluso, están incluidas como agentes de bioterrorismo.
Estas toxinas se encuentran a menudo en alimentos contaminados, generalmente conservas no ácidas, y de envasado casero deficiente. Los lactantes también pueden desarrollar botulismo por la ingestión de esporas de uno de los tipos de C. botulinum conocidos, que pueden estar presentes en la miel, la tierra o el polvo; la bacteria luego coloniza sus intestinos y produce la toxina.
En la fase inicial de la enfermedad se pueden administrar antitoxinas, pero es muy difícil revertir el cuadro una vez que se desarrolla la parálisis, es decir, cuando la toxina ya ha ingresado a las neuronas motoraas
Un trabajo realizado en el Boston Children’s Hospital, ha desarrollado la primera terapia que puede eliminar la toxina botulínica después de que ingresa a las neuronas.
Este nuevo tratamiento neutralizó la toxina botulínica con una segunda toxina botulínica modificada, que fue capaz de ingresar a la célula y transportar un nanoanticuerpo que neutralizara la actividad de la toxina, revirtiendo así la parálisis en ratones.
El trabajo resolvió dos problemas. Por una parte, obtener moléculas que atravesaran la membrana celular, cosa difícil para los fármacos proteicos. Y por parte, lograr que el ingreso fuera sobre tipos de células específicas, las neuronas motoras y las terminales nerviosas.
Los autores aprovecharon el hecho de que las neurotoxinas botulínicas se dirigen a las neuronas motoras de forma natural y eficiente, y pueden entregar una carga de proteínas a través de las membranas celulares.
El equipo demostró que dos nanoanticuerpos obtenidos en camello, se podían administrar en tándem a las neuronas, neutralizando las toxinas botulínicas tipo A y B de una sola vez. Para ingresar a las neuronas usaron una nueva toxina botulínica, la neurotoxina X, identificada en 2017. A diferencia de otras toxinas botulínicas, esta nueva toxina no mostró toxicidad después de la introducción de mutaciones.
El nuevo tratamiento también podría ser útil como agente de reversión de la acción del Botox. Las inyecciones de Botox, que utilizan pequeñas cantidades de la toxina botulínica tipo A, pueden tratar de forma segura las arrugas y muchas otras afecciones médicas como espasmos en el cuello, sudoración excesiva o vejiga hiperactiva. Sin embargo, en ocasiones, el botox puede causar una parálisis muscular no deseada como efecto secundario.
El enfoque también podría brindar una plataforma para introducir fármacos neuroactivos en las neuronas, guiados por toxinas, para tratar otros trastornos. Otra posibilidad sería desarrollar terapias que modulen proteínas y procesos biológicos dentro de las neuronas.
Según los autores, su naturaleza modular incluso permitiría apuntar a tipos de células distintas de las neuronas al cambiar el dominio de focalización celular. Esto podría presentar un enfoque general para la administración precisa de fármacos en las células.
Las pruebas en humanos deberían mostrar si el nuevo enfoque representa un gran avance en el tratamiento del botulismo.