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Red BioHub: el programa que posibilita el intercambio mundial de patógenos para investigación

La Organización Mundial de la Salud y la Confederación Suiza lanzarán la primera Instalación BioHub para el intercambio mundial de virus y otros patógenos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Confederación Suiza firmaron hoy un Memorando de Entendimiento para lanzar la primera Instalación BioHub de la OMS, como parte del Sistema BioHub que se anunció en noviembre de 2020. Esta instalación de un laboratorio en Spiez, Suiza, mejorará el intercambio rápido de virus y otros patógenos entre laboratorios y socios a nivel mundial.

La iniciativa BioHub tiene como objetivo facilitar el intercambio de muestras de patógenos entre laboratorios de todo el mundo para la investigación. Durante su fase piloto, solo compartirá variantes del SARS-CoV-2, pero la OMS dice que planea expandirse a otros patógenos el año próximo.

BioHub tiene como objetivo superar algunos de los desafíos para el intercambio oportuno de muestras que surgieron con la adopción del Protocolo de Nagoya, un acuerdo internacional destinado a garantizar que los beneficios derivados de los recursos genéticos se compartan de manera equitativa.

El objetivo del Protocolo de Nagoya era tener un acuerdo de transferencia de material para esos recursos biológicos, si otro país usa estos recursos, también se compromete a compartir los beneficios de algún tipo.

Cuando surgió la influenza aviar por el H5N1, el virus se encontraba principalmente en algunos países del sudeste asiático. Algunos sectores de la salud, comenzaron entonces a discutir el convenio marco Pandemic Influenza Preparedness (PIP).

El marco de PIP reúne a los Estados Miembros, la industria, otras partes interesadas y la OMS para implementar un enfoque global para la preparación y respuesta ante una pandemia de influenza. Sus objetivos clave incluyen: mejorar y fortalecer el intercambio de virus de influenza con potencial pandémico humano; y aumentar el acceso de los países en desarrollo a las vacunas y otros suministros relacionados con la pandemia. Entró en vigencia el 24 de mayo de 2011 cuando fue adoptado por unanimidad por la 64.a Asamblea Mundial de la Salud. Como resultado, para la gripe, tenemos una red de laboratorios que constantemente comparten sus virus.

Existe un convenio especial para situaciones de pandemia donde los laboratorios de la red, continúan compartiendo sus virus, porque se necesita conocer el virus para hacer la vacuna. Pero una vez que se producen las vacunas, los fabricantes han firmado un acuerdo con la OMS en el que se comprometen a compartir en tiempo real un porcentaje de su producción, o una transferencia de tecnología, o precios por niveles.

El marco de PIP se adoptó antes del Protocolo de Nagoya y todavía se están evaluando los vínculos entre PIP y el Protocolo de Nagoya. Probablemente será reconocido por los estados miembros como un acuerdo internacional especial bajo el Protocolo de Nagoya. El próximo acuerdo tendrá que estar alineado con el Protocolo de Nagoya. Es necesario contar con un mecanismo que permita el intercambio rápido de material, pero al mismo tiempo garantizar el acceso equitativo a los beneficios.

Actualmente, el intercambio se realiza principalmente de manera bilateral: los países discuten y firman acuerdos a través de los cuales comparten material biológico, lo cual puede ser rápido si tienen una relación bilateral previa.

Habrá un acuerdo entre los laboratorios y los países para que un país sepa antes de comprometerse con BioHub qué firmará o no firmará, cuáles son las condiciones, y esto será predecible y acordado antes de cualquier intercambio. Cualquier laboratorio que lo desee puede tener el material siempre que cumpla con algunos criterios. El primer criterio es la seguridad del laboratorio. Si hacen una publicación, deben asegurarse de que se reconozca al país que proporcionó la muestra. También se está trabajando en un acuerdo con productores de vacunas, productores de reactivos de diagnóstico y terapéuticos.

Actualmente, solo existe la instalación de BioHub en Suiza, con un laboratorio BSL-4, el más alto nivel de seguridad. Se busca contar con más en el futuro. En los países en desarrollo, dependiendo de los patógenos, se podrán tener laboratorios de BSL- 3 o BSL-2, dependiendo de los patógenos tratando de mantener la seguridad y la equidad.

También se deben tener en cuenta cuestiones logísticas como aduana y embalaje de muestras, además de contratos con las compañías aéreas para el transporte de patógenos peligrosos.

Los países que han firmado el Protocolo de Nagoya, tienen reglas particulares en la aduana para el envío de material biológico. Es necesario diseñar un acuerdo estándar de transferencia de material que tenga en cuenta esas reglas para que los países puedan enviar muestras sin demora.