Descubren el potencial de las bacterias púrpuras marinas como fertilizante sostenible
La biomasa derivada de una bacteria marina fotosintética ha demostrado ser tan efectiva como los fertilizantes sintéticos inorgánicos tradicionales

La biomasa derivada de la bacteria marina fotosintética púrpura Rhodovulum sulfidophilum ha demostrado ser tan efectiva como los fertilizantes sintéticos inorgánicos tradicionales, pero sin efectos perjudiciales para el medio ambiente, lo que lo convierte en una alternativa ecológica ideal.
Un estudio publicado en npj Sustainable Agriculture revela que la biomasa obtenida de la bacteria marina fotosintética púrpura Rhodovulum sulfidophilum es un fertilizante nitrogenado altamente efectivo.
Las bacterias púrpuras no sulfurosas (Purple Non- Sulfur Bacteria/ PNSB) son conocidas por sus enzimas que capturan nitrógeno de la atmósfera e incorporan este elemento en sus proteínas. Sin embargo, hasta ahora no se había evaluado su efectividad como fertilizantes. En este nuevo estudio, el equipo trituró la PNSB Rhodovulum sulfidophilum y generó biomasa seca a partir del material celular liberado. El análisis reveló que el fertilizante PNSB contenía un 11 % de nitrógeno en peso, superando significativamente el contenido de otros fertilizantes orgánicos, incluida la biomasa derivada de otros microbios o microalgas.
Los investigadores llevaron a cabo una comparación del crecimiento de la komatsuna o espinaca mostaza japonesa (Brassica rapa var. perviridis) utilizando fertilizantes inorgánicos y el nuevo fertilizante de biomasa PNSB. El primer hallazgo significativo fue que la komatsuna podía absorber el nitrógeno de la biomasa seca. Experimentos adicionales demostraron que el fertilizante de biomasa promovía el crecimiento de las plantas de manera similar a los fertilizantes inorgánicos ricos en nitrógeno, tanto en condiciones de temperatura fría como cálida. Además, incluso cuando el fertilizante de biomasa contenía hasta cuatro veces más nitrógeno, el pH y la salinidad del suelo se mantuvieron en niveles normales, comparables a los de un suelo fertilizado sin nitrógeno.
El fertilizante de biomasa PNSB presenta una baja proporción de carbono y nitrógeno, y el nitrógeno se libera de manera gradual para el uso de las plantas, en contraste con los fertilizantes inorgánicos, liberando aproximadamente el 60 % en 30 días. Aunque esto implica que se necesitará el doble de fertilizante de biomasa para lograr un crecimiento similar de los cultivos, la principal ventaja radica en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y óxido nitroso, así como en la menor cantidad de nitrógeno que se filtra al medio ambiente.
Los autores destacan la necesidad de realizar una evaluación del ciclo de vida del fertilizante para determinar su impacto ambiental durante su producción, almacenamiento, aplicación, transporte y eliminación. Además, es necesario abordar la escalabilidad del proceso de producción de biomasa y establecer su vida útil.
Dado que el fertilizante de biomasa se produce utilizando dióxido de carbono y nitrógeno del aire, lo han denominado Air Fertilizer® y lo han registrado como fertilizante orgánico en Japón, comercializado por Symbiobe Inc.