Una nueva era en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes
La modificación genética de células T permite eliminar células B autorreactivas, abordando enfermedades como el lupus y la esclerosis múltiple
La terapia con células T con receptor de antígeno quimérico (CAR-T/ Chimeric Antigen Receptor T Cell) ha revolucionado el tratamiento de ciertos tipos de cánceres hematológicos de células B. Desde su introducción en 2017, cuando fue aprobada en EE. UU. por la FDA (Food and Drug Administration), esta innovadora tecnología ha demostrado tasas de remisión sin precedentes en pacientes con cáncer refractario.
El tratamiento CAR-T consiste en separar las células T circulantes en la sangre del paciente. Luego dichas células son modificadas genéticamente para expresar un receptor de antígeno quimérico que les permite atacar y destruir las células B cancerosas cuando son devueltas al paciente.
Las células B también desempeñan un papel en las enfermedades autoinmunes al liberar autoanticuerpos tóxicos capaces de atacar diversos órganos, como el pulmón, las articulaciones y los riñones. En los últimos años se comenzó a incursionar en el uso de la tecnología CAR-T para el tratamiento de las enfermedades autoinmunes, abriendo nuevas oportunidades terapéuticas para pacientes que no responden a tratamientos convencionales.
Y ha sido en el 2024 que se han llevado a cabo una serie de exitosos ensayos clínicos para probar la eficacia de la terapia CAR-T contra las células B en las enfermedades autoinmunes. Un estudio de investigadores alemanes se realizó sobre 15 pacientes con lupus, esclerodermia o miositis que habían recibido terapia CAR-T entre los 4 y 29 meses anteriores. Los ocho pacientes con lupus estaban en remisión sin medicamentos; algunos de los otros todavía tenían síntomas, pero todos habían abandonado los inmunosupresores. Se han publicado otros casos de éxito en la miastenia grave y el síndrome de la persona rígida, un trastorno neurológico doloroso e incapacitante. Hasta el momento, se han tratado con éxito a más de 30 pacientes. También se ha encontrado que se produce una profunda disminución de las células B en tejidos a los que otros tratamientos no pueden llegar fácilmente, como los ganglios linfáticos del paciente.
A pesar de los avances, existen desafíos importantes para la implementación amplia de la terapia CAR-T en enfermedades autoinmunes. La producción de células CART-T es personalizada, por lo cual su costo se torna elevado, limitando el acceso a la terapia. Por otra parte, la remisión definitiva de la enfermedad no está demostrada aún y la posibilidad de la liberación de citoquinas por activación masiva de células T o la neurotoxicidad, continúan siendo temas que requieren atención.
Los avances en inmunología e ingeniería molecular están facilitando la construcción de una segunda generación de células CAR-T equipadas con varios mecanismos moleculares. Los nuevos diseños de CAR-T para enfermedades autoinmunes incluyen mejoras en los dominios de coestimulación, activación o desactivación de las células CAR-T utilizando moléculas pequeñas o interruptores genéticos, reconocimiento de más de un antígeno, liberación de moléculas antiinflamatorias, resistencia a factores supresores o ataque de subpoblaciones específicas de linfocitos B.
Maximizar la eficacia y minimizar la toxicidad de las terapias con células T CAR será un componente importante de su establecimiento como tratamientos para enfermedades autoinmunes. En el contexto de enfermedades autoinmunes, la tecnología CAR-T parece capaz de ofrecer un tratamiento seguro y eficaz que mejore la calidad de vida de estos pacientes, que por lo general transitan muchos años en condiciones discapacitantes.