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Cómo afectan las variaciones climáticas la respuesta de las malezas a los herbicidas postemergentes

El análisis de una base de datos de 10 000 ensayos reveló que las condiciones de sequía y humedad condicionan la efectividad de los herbicidas postemergentes, tanto antes como después de las aplicaciones

Un grupo de científicos especializados en malezas ha demostrado que los herbicidas de postemergencia son menos eficaces en el contexto del cambio climático. El mismo grupo de investigación, dirigido por el USDA Agricultural Research Service y la University of Illinois Urbana-Champaign, ya había demostrado con anterioridad que lo mismo sucede con los herbicidas aplicados al suelo.

La investigación consistió en el análisis de una base de datos de 10 000 ensayos de campo que incluía 30 años de aplicaciones a través de 16 programas de extensión. Se incluyeron solo ensayos con una única aplicación postemergente sobre malezas en todo el cinturón de maíz de EE. UU. y se utilizaron intervalos de 10 días para el análisis.

La evaluación de los datos disponibles demostró que la temperatura del aire y las precipitaciones, tanto días antes como después de la aplicación de los productos, estaban relacionadas con la eficacia de los herbicidas sobre las malezas estudiadas.

Temperaturas medias del aire por debajo de los 19ºC o por encima de los 25ºC hicieron que el fomesafen, el glifosato y el mesotrionem, que presentan tres sitios de acción diferentes, fueran menos eficaces contra las especies de amaranto acuático (Amaranthus tuburculatus (Moq.) J. D. Sauer), gloria de la mañana (Ipomoea spp.) y cola de zorro gigante (Setaria faberi Herrm).

Los resultados del estudio mostraron que la temperatura media del aire 10 días después de la aplicación postemergente fue el predictor más importante del éxito del control de malezas. Además, las precipitaciones 10 días antes y después de la aplicación postemergente fue un predictor importante en algunos casos, aunque la dirección (efecto positivo o negativo) varió según la especie de maleza y el herbicida.

Según los autores, el aumento de la temperatura antes de la aplicación acelera el crecimiento de las malezas, que pueden así tener más posibilidades de sobrevivir al herbicida, mientras que un período caluroso después de la aplicación neutralizaría el herbicida más rápidamente por el aumento del metabolismo de la planta. A bajas temperaturas surge el efecto opuesto, se ralentiza el metabolismo y el movimiento de los herbicidas dentro de la planta, volviéndolos menos efectivos. El análisis descubrió también que las condiciones secas en los 10 días anteriores a la aplicación o las condiciones húmedas 10 días después de la aplicación, también afectaron la eficacia del herbicida.

Investigaciones anteriores explicaban las causas de la menor sensibilidad de las malezas a los herbicidas postemergentes en condiciones de sequía o excecivas lluvias. La sequía produce un engrosamiento de la capa de cutícula cerosa de la superficie de las hojas, con lo cual la planta evita la pérdida de agua, pero dificulta la penetración de los herbicidas foliares. Las condiciones húmedas pueden eliminar más rapidamente los herbicidas de la superficie de las hojas y además, un exceso de precipitaciones puede desencadenar respuestas de estrés, con un crecimiento más lento y una reducción del movimiento de los herbicidas a los sitios objetivo dentro de la planta.

Como conclusión, los autores demostraron que el clima no sólo importa en las horas posteriores a la aplicación de los herbicidas postemergentes, sino también en los días previos. El clima variable reduce significativamente la eficacia de tres herbicidas postemegentes contra las principales malezas que afectan al maíz y la soja.