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Cambio climático: el peligro emergente de las enfermedades fúngicas del trigo

Por primera vez se estudió bajo condiciones climáticas modeladas la diseminación de un hongo que afecta al trigo

Las enfermedades de los cultivos de cereales son una amenaza para la la seguridad alimentaria mundial. El cambio climático está afectando la salud de las plantas al favorecer la propagación de patógenos devastadores que disminuyen drásticamente el rendimiento. 

Un equipo internacional de investigadores de Alemania, México, Bangladesh, Estados Unidos y Brasil ha demostrado que una mayor propagación de una enfermedad fúngica del trigo podría reducir la producción mundial de trigo en un 13 % de aquí al 2050.

El trigo es un cultivo esencial para alimentar a la población mundial. Se estima que la superficie ocupada por el cultivo de trigo a nivel mundial es de 222 millones de hectáreas, con una cosecha que ronda las 779 millones de toneladas.

Una de las enfermedades que se está propagando peligrosamente es el añublo del trigo, conocido también como piriculariosis, quemado o brusone, ocasionada por el hongo Magnaporthe oryzae Triticum (MoT) (anamorfo Pyricularia oryzae Triticum). 

Este hongo se ha convertido en una seria amenaza para la producción de trigo cuando las condiciones climáticas se tornan más cálidas y húmedas, provocando pérdidas de rendimiento de hasta el 100 %. Fue detectado en el estado de Paraná, Brasil, en 1985 y luego se extendió gradualmente en áreas productoras de trigo en varios países, como Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina. También es una amenaza emergente para la producción de trigo en Asia y el África subsahariana. En 2016, el MoT surgió como epidemia en ocho distritos de Bangladesh y en 2018 se reportó en Zambia.

Para su estudio, los investigadores se centraron en la influencia del añublo del trigo en la producción combinando un modelo de simulación para el crecimiento y el rendimiento del trigo con un modelo de añublo del trigo, analizando la presión de la enfermedad en la fase especialmente sensible de maduración de la espiga. De este modo, en los cálculos se incluyen las condiciones ambientales, como el tiempo, así como los datos sobre el crecimiento de las plantas. 

Según los investigadores, América del Sur, el sur de África y Asia serán las regiones más afectadas por la futura propagación de la enfermedad. Hasta el 75% de la superficie dedicada al cultivo de trigo en África y América del Sur podría estar en riesgo en el futuro. El hongo seguirá propagándose en países que anteriormente sólo se habían visto ligeramente afectados, como Argentina, Zambia y Bangladesh y ya está penetrando en regiones que antes no habían sido afectadas, como Uruguay, América Central, el sureste de Estados Unidos, África Oriental, India y el este de Australia.

En muchas regiones, se están ensayando cultivos más resistentes, pero el patógeno posee una extrema variación. Combinando con la fecha de siembra correcta y otras medidas se pueden evitar las condiciones que favorecen el añublo del trigo durante la fase de emergencia de las espigas.

El aumento de la propagación de este hongo es preocupante para la seguridad alimentaria mundial, considerando que la demanda de trigo sigue aumentando, en especial en las zonas urbanas.