Cianobacterias volcánicas convierten rápidamente el dióxido de carbono en biomasa
Estos microorganismos pueden ayudar a descarbonizar la atmósfera y producir biomasa y combustibles
Una cianobacteria descubierta en filtraciones volcánicas cerca de la isla italiana de Vulcano, donde el agua contiene altos niveles de dióxido de carbono (CO2), fue capaz de convertir el CO2 en biomasa más rápido que cualquier otra cianobacteria conocida. La cianobacteria encontrada creció asombrosamente rápido, en comparación con otras cianobacterias. También tenía otra propiedad inusual, se hunde en el agua, lo que podría ayudar a recolectar el CO2 que absorbe.
La Bahía de Levante, ubicada junto a la isla Eolias de Vulcano, cuenta con una de las únicas filtraciones de carbono poco profundas caracterizadas en el mundo: un gradiente de dióxido de carbono disuelto que se origina a partir de filtraciones volcánicas muy ácidas. La emisión de carbono llena el agua, creando un ecosistema que contiene todo tipo de vida inexplorada. Se postula que es un ecosistema donde puede haber microbios de captura de carbono sumamente eficientes que evolucionaron naturalmente.
El equipo de investigación exploró también aguas termales en las Rocky Mountains (Montañas Rocosas) de Colorado, Estados Unidos, donde los niveles de CO2 son aún más altos. pero los resultados aún no han sido publicados.
La investigación en el área de las cianobacterias como sistema biológico de captura de CO2 se está desarrollando activamente. Algunas empresas han iniciado la utilización de bacterias para convertir el CO2 en combustibles y productos químicos comerciales. Fundada en 2021, CyanoCapture, con sede en el Reino Unido, está aprovechando las cianobacterias para convertir el CO2 en biomasa y hacer que la captura de carbono sea un proceso de baja energía para las industrias emisoras de todo el mundo.
La tecnología de CyanoCapture permite que las cianobacterias sean altamente productivas, controlables y empaquetadas densamente en grandes contenedores. Cuando se burbujea CO2 a través de estos contenedores, los organismos pueden absorberlo rápidamente y convertirlo en biomasa y aceites biológicos. Eso podría incluir grandes estanques de captura de carbono.
Los microorganismos capaces de capturar CO2 podrían ser una herramienta más para reducir la presencia del CO2 en la atmósfera y su efecto invernadero.