El uso creciente de bioestimulantes en el mercado agrícola
Al mejorar el rendimiento y la tolerancia al estrés, los bioestimulantes pueden contribuir a abordar los objetivos de la agricultura sostenible
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Si bien el uso de bioestimulantes crece en todo el mundo, algunos mercados están adoptando estas soluciones más rápidamente que otros. El mercado mundial de bioestimulantes valía alrededor de 2 556 millones de dólares en 2021 y está creciendo con una tasa compuesta de crecimiento anual de alrededor del 10 %, según estimaciones de la consultora S&P Global.
Los bioestimulantes se utilizan para mejorar el crecimiento, el rendimiento y la calidad de las plantas. Pueden ser sustancias naturales o sintéticas o microorganismos. En algunos casos se aplican a las plantas en forma directa; en otros, son absorbidos a través de las raíces cuando se aplican en el suelo. Los bioestimulantes pueden mejorar la absorción de nutrientes, la tolerancia al estrés y favorecer el desarrollo de las raíces.
El mercado incluye cuatro segmentos principales: extractos de algas marinas, ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos y bioestimulantes microbianos. Los extractos de algas marinas son el segmento más grande y representan alrededor del 40 % del mercado total, seguido por los ácidos húmicos y fúlvicos. Si bien los bioestimulantes no reemplazan al adecuado uso de fertilizantes y la protección de cultivos contra malezas y plagas, se consideran una herramienta sostenible para mejorar la salud de las plantas y aumentar la productividad.
Pero, ¿cuáles serían las causas que están impulsando su uso en mercados agrícolas clave?
El crecimiento de la población mundial, la investigación y el desarrollo de productos más efectivos, la entrada de inversores en el negocio, un mayor conocimiento entre los productores y el cambio en normativas que limitan el uso de otros productos químicos, son factores que han impulsado el crecimiento del mercado de los bioestimulantes a partir del año 2 000.
Por otra parte, el cambio climático y las condiciones climáticas extremas, como las sequías y las inundaciones, están afectando la productividad de las plantas y están teniendo graves consecuencias para los productores. Los bioestimulantes pueden ayudar a las plantas a sobrevivir y crecer en estas condiciones extremas.
Europa tiene alrededor del 38 % de las ventas globales, seguido por Asia Pacífico con el 27 % de las ventas. América Latina se ubica tercera, con el 20 % y le sigue América del Norte con el 13 % del mercado. España, Italia y Francia, están a la cabeza en la producción y uso de bioestimulantes en Europa.
Entre los países de América Latina, Brasil y México son los principales mercados de bioestimulantes agrícolas en la región debido a su gran tamaño y la importancia de la agricultura en sus economías. El crecimiento en Brasil fue paralelo a su crecimiento agrícola, en tanto que en México, la exportación de productos frescos a Estados Unidos fue un factor importante. Otros mercados que están experimentando crecimiento sostenido son Chile y Perú, debido a que son importantes productores de cultivos especiales para exportación. También están adoptando el uso de bioestimulantes agrícolas Argentina y Colombia.
Los bioestimulantes pueden contribuir a que los productores aborden los objetivos de la agricultura sostenible. Reducir la carga de fertilizantes nitrogenados potencia una mejora en la calidad del agua, a la vez que la mayor resistencia a la sequía disminuye la necesidad de riego. En términos de carbono, los bioestimulantes podrían actuar como actores relevantes en el secuestro de carbono al mejorar la biota y aumentar la calidad y el contenido de materia orgánica del suelo.