fbpx

Las fórmulas infantiles incorporan ingrediente esencial de la leche materna

La 2´fucosillactosa interviene en el desarrollo del sistema inmune.

Si bien la leche materna es siempre la mejor, la lactancia materna no siempre es una opción. La investigación muestra que los bebés amamantados tienden a tener un sistema inmunológico más fuerte en comparación con aquellos que son alimentados con fórmulas.

Esto se debe en parte a los muchos componentes inmunitarios que se encuentran en la leche materna, incluidas las cualidades protectoras de los oligosacáridos de la leche materna (Human milk oligosaccharides-HMO).

Los HMO son moléculas de azúcares que se pueden encontrar en altas concentraciones exclusivamente en la leche materna humana. Se ha identificado a las HMO como el factor clave de diferenciación entre la leche humana y la leche de vaca.

Excluyendo el agua, los HMO son el tercer ingrediente más abundante en la leche materna después de las grasas y la lactosa. La 2′-FL estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas en el tracto digestivo del bebé, que tienen un papel relevante en el desarrollo de su sistema inmunitario. Además, la 2′-FL bloquea el crecimiento de bacterias patógenas y fortalece la función de barrera intestinal.

Se conocen aproximadamente 200 oligosacáridos de leche humana estructuralmente diferentes. La composición de los oligosacáridos de la leche materna varía en cada madre y durante el período de lactancia. El oligosacárido dominante en el 80% de todas las mujeres es la 2′-fucosillactosa, que está presente en la leche materna en una concentración de aproximadamente 2,5 g / L. Pero solo el 75-80% de las mujeres secretan 2′-FL en la leche.

Una investigación publicada en el Journal of Nutrition estudió a más de 200 bebés para comparar las diferencias entre los lactantes amamantados y los alimentados con fórmula con o sin 2′-FL no derivado de la leche materna. El estudio, revisado por pares, encontró que los bebés alimentados con fórmula tenían diferencias en cinco marcadores inmunes en comparación con el grupo amamantado. Cuando los bebés fueron alimentados con fórmula con 2′-FL no derivado de la leche materna, estas medidas de función inmunológica fueron más parecidas a las observadas en el grupo de referencia amamantado.

A partir del 2016, varias empresas han incorporado 2′-FL a las fórmulas infantiles. Tal es el caso de Abbott y Nestlé. Otro HMO importante, Lacto-N -neotetraose (LNnT), también se está usando en algunas marcas. Ambos HMO han sido autorizados como seguros por la European Food Safety Authority (EFSA) y por la Food and Drug Administration (FDA) de EE. UU. para ser agregados a las fórmulas infantiles.

La investigación sobre la función de los componentes de la leche materna humana es un tema de continuo interés en la industria. En 2004, por ejemplo, las empresas agregaron por primera vez ácido docosahexaenoico (DHA) a las fórmulas para promover el desarrollo de la visión y el cerebro, especialmente en los bebés prematuros. A partir de 2020, la Unión Europea requerirá que todas las fórmulas contengan DHA.

Actualmente, otra tendencia de interés en relación al desarrollo en las primeras etapas de la vida es la nutrición personalizada. Comprender la evolución del microbioma y su impacto en la salud y el crecimiento durante los primeros 1000 días de vida ayudará a desarrollar soluciones nutricionales más personalizadas.

La dieta materna también puede influir en los nutrientes de la leche materna. Descifrar los mecanismos puede ayudar a desarrollar soluciones personalizadas para las madres durante la etapa previa a la concepción, el embarazo y la lactancia.