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Un tema clave, el futuro de la agricultura

La innovación tecnológica y la sostenibilidad están impulsando la agricultura en todo el mundo

Dentro de los factores que determinan el futuro de la agricultura está el grado de adopción de tecnologías inteligentes que puedan mejorar la eficiencia de la producción y la sostenibilidad. La agricultura es la base de nuestros alimentos. En una situación de rápido crecimiento de la población mundial, se requiere un enfoque que permita aumentar la producción de alimentos cuidando los recursos.

La agricultura de precisión es uno de los desarrollos más prometedores para cumplir esos objetivos. El uso de sensores, drones, el monitoreo de cultivos mediante satélites, la inteligencia artificial y el análisis de datos permiten optimizar la gestión de los cultivos. Hacer de la agricultura una práctica sostenible, conservando el suelo, administrando el agua y minimizando la huella de carbono es una necesidad imperiosa si consideramos los fenómenos climáticos que atentan contra la seguridad alimentaria mundial.

Integrar la inteligencia artificial a la gestión agrícola puede mejorar la toma de decisiones. Por otra parte, el uso de plataformas de comercio digital hace que se generen oportunidades y agilicen las transacciones, mejorando la economía. Si bien el comercio digital está creciendo, puede variar ampliamente entre países y regiones, dependiendo de factores como la disponibilidad de tecnología, la infraestructura de internet, la educación y el acceso a financiamiento.

Recientemente, la consultora McKinsey ha encuestado a más de 5 500 agricultores de Canadá, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Unión Europea, China e India para comprender mejor sus mentalidades y comportamientos con respecto a temas clave al futuro de la agricultura. Según la encuesta, los países occidentales están liderando la adopción de tecnología agrícola, siendo el software de gestión agrícola, la tecnología principal. En cuanto a la adopción del comercio digital, el 50 % de los encuestados ya habían realizado transacciones online, en especial la compra de maquinaria e insumos, donde los agricultores de Sudamérica fueron líderes. La encuesta también afirma que más del 20 % de los agricultores mundiales adoptaron o están dispuestos a adoptar productos biológicos.

El uso de bioproductos en la agricultura está creciendo rápidamente en todo el mundo. Francia, Alemania, Holanda, Bélgica y Brasil se encuentran entre los países líderes en la adopción de productos destinados al biocontrol de plagas, biofertilizantes y bioestimulantes. El tamaño del mercado mundial de productos biológicos agrícolas alcanzará los 29 290 millones de dólares para 2030, con una tasa media anual de crecimiento del 14,3 % desde 2021 a 2030, según la consultora Spherical Insights & Consulting.

Una de las prácticas que ha mostrado un crecimiento impactante en algunos países en la última década es la siembra directa, factor clave en la protección y conservación de la biodiversidad, que ayuda a reducir la erosión del suelo y a mejorar la calidad del agua y del aire.

Un estudio reciente estima que existen 205 millones de hectáreas con siembra directa en todo el mundo, con un aumento masivo desde 2008- 2009. El número de hectáreas con siembra directa en todo el mundo ha aumentado un 93 % en 10 años. Los autores del trabajo son Amir Kassam, profesor de la University of Reading en Inglaterra; Theodor Friedrich, investigador retirado de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por Food and Agriculture Organization of the United Nations); y Rolf Derpsch, un reconocido investigador de siembra directa y consultor con sede en Paraguay.

Según el estudio, las tierras de cultivo que utilizan agricultura de conservación (siembra directa, cultivos de cobertura y rotación de cultivos) representan alrededor del 14,7 % del total de las tierras de cultivo mundiales. La adopción está creciendo en aproximadamente 10 millones de hectáreas por año. La agricultura de conservación está liderada por Australia, con 74,0 % de su área cultivable, América del Sur, con 68,7 % y América del Norte, con 33,6 %. Europa, Rusia y Ucrania, Asia y África distan mucho de los valores anteriores en cuanto a porcentaje de área cultivable que utiliza agricultura de conservación, estando en un rango de 5,2 a 1,1 %. Analizado por países, las mayores superficies con agricultura de conservación corresponden a Estados Unidos, con 44,049 millones de hectáreas, Brasil, con 43,000 millones, Argentina, con 32,907 millones, Canadá, con 21,739 millones, y Australia, con 22,927 millones, según estimaciones de los autores para los años 2018- 2019.

El clima extremo y la erosión impactan prácticamente en todos los suelos, por lo que la adopción de la agricultura de conservación aumenta rápidamente cuando los agricultores ven los resultados en terreno. Las nuevas tecnologías les permiten optimizar los recursos y reducir el impacto de factores inciertos, como el clima y las tendencias económicas globales.