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Vacunas imperfectas: el caso Marek

Las vacunas con fugas podrían proteger a los animales no vacunados.

La enfermedad de Marek es una enfermedad inmunosupresora y neoplásica de las aves causada por el virus de Marek (Marek´s Disease Virus-MDV), perteneciente a la familia Herpesviridae. EL MDV causa uno de los cánceres más prevalentes en el reino animal y cuesta a la industria avícola mundial alrededor de 2.000 millones de dólares anuales.

El virus de la enfermedad de Marek se controla principalmente con vacunación. Todas las vacunas empleadas hasta el momento son vacunas atenuadas y recombinantes, que incluyen distintos serotipos y cepas del virus, cuya composición ha variado a través del tiempo. Durante los últimos veinte años, se ha producido la emergencia de cepas de MDV cada vez más virulentas.

Las vacunas de primera generación contra la enfermedad de Marek incluyen un herpesvirus de serotipo 3 de pavos llamado HVT; las vacunas de segunda generación son una combinación de HVT y SB-1, un aislamiento del serotipo 2, mientras que las vacunas de tercera generación se basan en un aislamiento de virus de serotipo 1 atenuado CVI998, la denominada vacuna Rispens, con distintos procesos de atenuación. Los virus MD de tipo salvaje son los denominados virus del serotipo 1.

Si bien las aves vacunadas están protegidas de desarrollar la enfermedad, todavía pueden eliminar el virus vacunal o infectarse y diseminar virus de tipo salvaje. Este tipo de vacunas son denominadas leaky vaccines o vacunas imperfectas o con fugas.

Una nueva visión sobre el impacto de la vacunación en la transmisión de la enfermedad de Marek es proporcionada por investigadores del Roslin Institute, en colaboración con investigadores del Avian Disease and Oncology Laboratory (ADOL) del United States Department of Agriculture (USDA) de EE. UU.

Los autores realizaron experimentos de transmisión con el MDV en pollos para demostrar que la vacunación con una vacuna con fugas reduce la carga viral tanto en individuos vacunados como en los individuos de contacto no vacunados a los que infectan. Las aves de contacto mostraron síntomas más leves y diseminaron menos virus cuando eran infectadas por aves vacunadas, posiblemente debido a una dosis infecciosa más baja. Estos resultados destacan que incluso la vacunación parcial con una vacuna con fugas puede tener consecuencias positivas imprevistas en el control de la propagación y los síntomas de la enfermedad.

Las vacunas con fugas son el método más utilizado para controlar la enfermedad de Marek. Hasta ahora, las cepas de campo emergentes pudieron superar la protección proporcionada por las dos generaciones anteriores de vacunas. El fenómeno ha sido tema de controversia: si la diseminación del virus por aves vacunadas permite que el virus evolucione y adquiera una mayor virulencia. Sin embargo, la dinámica evolutiva del virus no ha podido ser asociada a las vacunas.

Las comparaciones genéticas e inmunológicas de cepas que varían en virulencia sugieren que los determinantes de virulencia candidatos están asociados con interacciones entre la célula huésped y la replicación viral, no con antígenos. Hasta el momento, no se han encontrado las causas de la evolución de la enfermedad de Marek hacia formas más virulentas.

Las vacunas vivas atenuadas contra el MDV fueron las primeras que previnieron el cáncer en las aves y minimizaron las pérdidas en la industria avícola mundial, pero se necesita más investigación para comprender el fenómeno de la emergencia de cepas virulentas.

El trabajo del Roslin Institute demuestra que incluso las vacunas con fugas pueden desempeñar un papel clave en la reducción de la transmisión de la enfermedad.