fbpx

Adoptar cultivos genéticamente modificados podría reducir la huella climática de Europa

La tecnología transgénica afectaría el rendimiento de la producción, el uso de la tierra y las emisiones de gases de efecto invernadero

Aunque Europa ha rechazado durante mucho tiempo los cultivos genéticamente modificados (GM), un nuevo estudio sugiere que su adopción podría aumentar significativamente los rendimientos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al calentamiento del clima.

Una adopción más amplia de los cultivos transgénicos ya existentes en la Unión Europea (UE) podría resultar en una reducción de 33 millones de toneladas equivalentes de CO2 por año, lo que significaría un 7,5 por ciento de las emisiones totales de gases efecto invernadero (GEI) agrícolas de la UE en 2017, según observan los investigadores en un nuevo artículo publicado en Trends in Plant Science.

La investigación, realizada por la Universidad de Bonn en Alemania y el Instituto Breakthrough en los Estados Unidos, destaca el enorme potencial de la ingeniería genética para el clima.

Los investigadores utilizaron datos agrícolas globales y estimaciones de los efectos de rendimiento de los cultivos transgénicos para modelar cómo una mayor adopción de tecnología en la UE afectaría la producción, el uso de la tierra y las emisiones de gases de efecto invernadero. Mayores rendimientos en la UE tendrían un efecto global.

Además, los autores argumentan que los aumentos en el rendimiento de los cultivos transgénicos pueden tener efectos positivos adicionales en la mitigación del cambio climático que no se han considerado ni cuantificado previamente. Ciertas aplicaciones de cultivos GM ayudan a reducir las emisiones de GEI y favorecen el secuestro de carbono en el suelo al facilitar la agricultura de siembra directa.

También señalaron que la UE está evaluando progresivamente su postura regulatoria sobre los GM y, por lo tanto, el estudio proporciona una imagen hipotética de los efectos probables del cambio de política.

La revisión evalúa dos componentes de las emisiones de GEI: los costos de oportunidad del carbono (COC) del uso de la tierra y las emisiones de producción (PEM). Los COC representan la oportunidad de que un cambio en la producción, como mayores rendimientos, en un lugar reduzca el cambio de uso de la tierra o almacene carbono en otro lugar. Los PEM se calculan sobre la base del uso de fertilizantes e insumos energéticos en la producción agrícola. Cambiar la producción hacia lugares con PEM por debajo del promedio mundial, como es el caso en la mayor parte de la UE, reduce los PEM globales totales.

La Comisión Europea está desarrollando nuevas propuestas para regular los productos de nuevas técnicas genómicas, lo que podría permitir el uso de la edición de genes para ayudar a abordar los desafíos en la agricultura, como la adaptación de los cultivos al cambio climático.

Los autores afirman que en su análisis solo analizan los cultivos transgénicos ya existentes, y señalan que las nuevas tecnologías de mejoramiento genómico se están utilizando para desarrollar una amplia gama de nuevas aplicaciones de cultivos que podrían conducir a beneficios adicionales de mitigación y adaptación al cambio climático en el futuro.

La Estrategia de la Granja a la Mesa (Farm to Fork) de la UE en el marco del Acuerdo Verde Europeo (Green Deal) tiene como objetivo expandir la agricultura orgánica, la cual ofrece rendimientos más bajos y estaría asociada con aumentos en las emisiones globales de GEI al causar cambios en el uso de la tierra.