fbpx

Rizobacter, la empresa argentina que se adelantó a las tendencias mundiales

Ante la creciente demanda de insumos biológicos, sigue sumando tecnologías de avanzada.

Con una planta modelo en el mundo, hace más de cuarenta años que no para de crecer, llegando hoy a ser una empresa global. Un cuarto de la soja que se produce en el mundo es tratado con algún inoculante de Rizobacter.

¿Cómo nació Rizobacter y cuál es su estructura actual en cuanto a producción y comercialización? ¿Qué porcentaje de la producción destinan al mercado externo?

El nacimiento de Rizobacter tiene la mística de un gran sueño hecho realidad. Nació 1977 en el garaje de uno de sus fundadores, Miguel Harman, donde se elaboraron los primeros inoculantes para un incipiente mercado. A partir de allí se formó una empresa que no paró de crecer: hoy llega a más de 40 países, su facturación alcanzó en el último ejercicio 175 millones de dólares, de los cuales 43 millones provienen del comercio exterior, tiene cerca de 500 colaboradores y cuenta con una planta modelo en el mundo con una capacidad productiva de 200 mil dosis diarias. También ha desarrollado una línea de curasemillas, fertilizantes y adyuvantes agrícolas, pensada en mejorar los rindes de la producción agrícola dentro de un sistema sustentable. Hoy estamos impulsando el desarrollo de nuevos productos microbiológicos que promuevan la salud del agroecosistema bajo una agricultura regenerativa. Sin duda el gran desafío que tenemos por delante es ayudar a que el productor agropecuario junto con la industria pueda producir alimentos para los 10 mil millones de habitantes que seremos allá por el 2050 bajando la emisión de CO2 y en ese camino estamos.

¿Qué posición tienen en Argentina y a nivel global en productos biológicos?

En Argentina tenemos más del 25% del mercado de inoculantes y coadyuvantes y estamos entre las primeras cinco empresas de biológicos del mundo. Podemos decir que el 23 % de la soja, a nivel mundial, es tratada con algún inoculante de Rizobacter.

Consideramos que, como empresa de insumos agrícolas, tenemos la responsabilidad de generar espacios donde podamos relacionarnos todos los actores de la cadena productiva, y así encontrar los mejores modos de producir, teniendo en cuenta los impactos económicos, sociales y ambientales.

José Cricco, Jefe de la División Internacional de Rizobacter

¿Cómo impactó el cultivo de soja en Latinoamérica en el crecimiento de Rizobacter?

Hay una sinergia entre el crecimiento del cultivo de soja y nuestra empresa, Rizobacter está presente en cada país donde se produce este cultivo, por lo tanto es de suma relevancia para nosotros. Rizobacter siempre estuvo muy atenta a las necesidades productivas y fue desarrollando líneas de inoculantes que se incorporaron con gran eficiencia a los tratamientos de semillas. Hoy tenemos una gama de inoculantes que incluyen las tecnologías más avanzadas: inoculantes larga vida, con tecnología osmoprotectora, resistentes a la sequía y a las altas temperaturas y con tecnología de bioinducción. Sin duda fue una relación muy productiva. Hoy podemos ofrecer las herramientas más eficientes para la Fijación Biológica del Nitrógeno, fundamental para el desarrollo de esta leguminosa y para la producción sustentable del cultivo.

Rizobacter ha tenido siempre una impronta muy fuerte en I+D a través de asociaciones público-privadas y ha realizado alianzas con empresas nacionales o multinacionales, ¿cuál es la visión detrás de esa conducta empresarial?

La empresa siempre se apoyó en alianzas estratégicas con el sector público y compañías multinacionales para complementar sus proyectos de investigación y desarrollo y para ampliar su portfolio de productos.  Creemos que en estas vinculaciones se generan más conocimiento, más innovación y se acelera la llegada a distintos mercados. Rizobacter es una compañía abierta al mundo y mantener esta red de relaciones nos permite explorar permanentemente diferentes posibilidades de desarrollo y comercialización de soluciones de última generación. De esta manera estamos siempre sumando tecnologías de avanzada, con alto valor agregado para el productor.

¿Qué es el Programa Gota Protegida sustentado por Rizobacter? ¿Cree que, en general, las empresas del agro deberían comunican más a la sociedad lo que están haciendo para mejorar la forma de producir?

Desde el programa Gota Protegida, Rizobacter y todas las empresas e instituciones que la conforman proponemos compartir conocimientos y experiencias para mejorar las aplicaciones agrícolas. Sabemos que las aplicaciones agrícolas son uno de los procesos más ineficientes que tiene el productor en su ciclo productivo, y desde Rizobacter tenemos un amplio portafolio y conocimiento para ayudar en esta dirección, no solo nos gusta ofrecer tecnologías de calidad e innovadoras, sino que damos un asesoramiento integral abarcando el soporte técnico para que el productor pueda entender las claves para desarrollar buenas prácticas agrícolas. Desde allí también impulsamos capacitaciones y difundimos información que promueven las buenas prácticas. Ahora acabamos de inaugurar un laboratorio, único en Hispanoamérica, que evaluará la performance de los adyuvantes y las formulaciones que se utilizan para sostener la sanidad de los cultivos. Con el uso de tecnología de avanzada podremos generar mediciones y datos objetivos sobre cómo inciden las tecnologías en la calidad de las aplicaciones, teniendo en cuenta los riesgos ambientales asociados. Esta iniciativa busca facilitarle al productor toda la información que necesite para el armado de estrategias más eficientes, que preserven el potencial productivo en el marco de un sistema sustentable, y que se encuadren dentro de las normativas que se están estableciendo para regular la práctica.

Consideramos que, como empresa de insumos agrícolas, tenemos la responsabilidad de generar estos espacios donde podamos relacionarnos todos los actores de la cadena productiva, y así encontrar los mejores modos de producir, teniendo en cuenta los impactos económicos, sociales y ambientales.

La demanda mundial de una agricultura más sustentable, pero a la vez con mejoras en la calidad y el rendimiento puede ser una oportunidad para Rizobacter de ganar mercados. ¿Cuáles serían los pilares estratégicos para continuar creciendo hacia el exterior?

El mercado de la microbiología en el mundo está registrando un crecimiento del 14 % por ciento anual. El plan de expansión de la compañía tiene el foco puesto en países de Europa (Central y del Este), en Brasil y Norteamérica, donde hay una remarcada avidez por la utilización de insumos biológicos, y en mercados como África, donde hay más de 300 millones de ha arables para conquistar. Allí estamos ampliando la llegada con nuestra línea de inoculantes, promotores de crecimiento y curasemillas de origen biológico, tecnologías de aplicación como los coadyuvantes y fertilizantes microgranulados de baja dosis de uso.

Bioceres y Rizobacter son empresas argentinas disruptivas, vienen apostando fuerte a la tecnología y van marcando un camino. ¿Cómo ha sido el proceso de integración?

Fue un proceso muy respetuoso de las culturas y los modos de hacer. Las empresas están complementando sus fortalezas y sintonizando en el desarrollo de plataformas tecnológicas para una agricultura sustentable, baja en emisiones de carbono. Compartir la misma visión nos ha permitido llevar esta integración con más acuerdos que diferencias. En definitiva, somos dos empresas que hablamos el mismo idioma, lo que nos posibilita desarrollar propuestas globales basadas en desarrollos tecnológicos de última generación, con beneficios económicos y ambientales sustanciales para la producción agrícola. A esto debemos sumarle la amplia red de distribución con la que ya contaba Rizobacter y seguimos desarrollando en forma conjunta, con presencia en mercados clave, respaldada por la relevancia de nuestras marcas y la amplitud de nuestra cartera de productos. En pocas palabras, podemos decir que somos empresas totalmente complementarias. 

Siendo jefe de la División Internacional de Rizobacter, ¿cómo fue producir y exportar desde Argentina en el último año?

Sin duda, un gran desafío. Porque si bien seguimos en actividad, todos fuimos impactados por la pandemia, lo que nos obligó a repensar las estrategias de indagación en los nuevos mercados, habilitar otras formas de contacto. No obstante, tuvimos nuestros logros: en 2021 llegamos a Australia y Kazajistán, que se suman a los recientes mercados que abrimos en Serbia, Croacia, Hungría, Malawi, Ghana y Chile.