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Cuáles son los usos potenciales de la piel del maní, un recurso hasta ahora sin explotar

Su contenido en proteínas, grasas, carbohidratos y compuestos antioxidantes podría abrir la puerta a mercados de alto valor agregado

La piel del maní es un subproducto de bajo valor de la industria de procesamiento de maní. Después de su remoción durante la preparación de los productos de maní, se descartan o se usan como un componente menor de alimentos para animales.

Los estudios que se realizan en la Food Science and Market Quality and Handling Research Unit de la agencia ARS – USDA (Agricultural Research Service perteneciente al United States Department of Agriculture) sugieren una variedad de usos en alimentos y piensos para el ganado que podrían abrir la puerta a nuevos mercados de valor agregado para las pieles de maní.

El maní está recubierto por 2 capas: la cáscara, que ocasionalmente es utilizada para generar energía en aquellas fábricas que cuentan con las instalaciones para hacerlo, y la piel roja que recubre al fruto seco. Esta última capa, actualmente desechada por la industria, es el tegumento.

La piel de maní posee un potencial nutricional sin explotar repleto de proteínas, carbohidratos, grasas, fibra, minerales y vitaminas. Este componente del maní también contiene compuestos bioactivos antioxidantes que ayudan a neutralizar las moléculas que dañan las células en el cuerpo llamadas radicales libres. Algunos, de hecho, tienen niveles de actividad antioxidante iguales a los del té verde, la piel de las uvas y otras fuentes. La extracción adecuada y rentable de los antioxidantes de la piel de maní podría contribuir a nuevas fórmulas de alimentos funcionales.

En la alimentación del ganado, se están explorando los beneficios de agregar pieles de maní a las dietas de las aves de corral. Los investigadores han comenzado a evaluar niveles bajos de inclusión de pieles de maní con miras a determinar la cantidad óptima que se puede agregar. No se habría detectado la presencia de alergenos de maní en muestras de huevo y carne producidas a partir de aves alimentadas con dietas que contenían maní. 

En general, se cree que la planta de maní se originó en América del Sur. Difundida por exploradores europeos, la planta finalmente llegó a Asia, África y América del Norte. Los tres principales productores actuales de maní son China, India y Estados Unidos.

Perfilar la química nutricional y las propiedades de la piel de maní es un paso clave para descubrir la mejor manera de usarlas, con beneficios potenciales para productores y consumidores.