fbpx

Importancia de los elementos en la agricultura: la conexión vital entre suelo y nutrición de cultivos

Quince elementos naturales críticos para la nutrición de las plantas provienen del suelo

En la búsqueda constante por comprender los procesos vitales que sustentan la agricultura, los científicos han identificado la relación esencial entre los elementos químicos, el suelo y la salud de los cultivos. De los 118 elementos de la tabla periódica, 92 son considerados elementos naturales. Estos elementos están presentes en la Tierra en diversas formas y cantidades, desde gases hasta metales.

Dieciocho de los 92 elementos naturales son críticos para el crecimiento y desarrollo de las plantas. De estos, 15 derivan directamente del suelo, interviniendo en funciones vitales como la fotosíntesis, la formación de tejidos vegetales, la absorción de nutrientes y la resistencia a enfermedades. Nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, hierro, manganeso, zinc, cobre, molibdeno, boro, cloro, níquel y cobalto conforman el grupo de elementos que se encuentran en el suelo en diferentes formas químicas, disponibles para ser absorbidos por las raíces de las plantas.

El equilibrio de estos elementos en el suelo es un factor determinante para el crecimiento óptimo de los cultivos. Un suelo fértil y bien nutrido asegura la disponibilidad de nutrientes esenciales para las plantas, lo que a su vez influye en la calidad de los alimentos que producen. La escasez o desequilibrio de estos elementos puede resultar en cultivos deficientes en nutrientes, afectando negativamente la salud humana y la seguridad alimentaria.

Los esfuerzos continuos en la investigación agrícola se centran en comprender y mejorar la fertilidad del suelo, asegurando así que los nutrientes esenciales estén disponibles para las plantas y, en última instancia, para los consumidores. Este enfoque no solo implica técnicas de cultivo innovadoras, sino también prácticas sostenibles que preserven la salud del suelo a largo plazo.

Se estima que aproximadamente un tercio de los suelos del mundo están degradados. Esta degradación debe frenarse y revertirse a través de una producción sostenible a largo plazo.

En resumen, la relación intrínseca entre los elementos del suelo y la nutrición de los cultivos resalta la importancia crítica de mantener suelos fértiles y saludables para garantizar alimentos nutricionalmente ricos y abundantes para las generaciones presentes y futuras.