La Unión Europea continúa evaluando la adopción de un etiquetado de bienestar animal
El objetivo es Incluir todas las especies ganaderas en una etiqueta que abarque el ciclo de vida del animal
Los países de la Unión Europea (UE) continúan evaluando la adopción de un etiquetado común sobre bienestar animal que informe a los consumidores preocupados por el origen de sus alimentos, pero también para competir con los productos que ingresan de terceros países.
En sus conclusiones sobre el bienestar animal aprobadas el 16 de diciembre de 2019, el Consejo de la Unión Europea invitaba a la Comisión Europea a evaluar la necesidad y el impacto de un marco regulador para los sistemas de etiquetado del bienestar animal, teniendo en cuenta la experiencia nacional.
En mayo de 2020, el bienestar animal se incluyó en la estrategia De la Granja a la Mesa (Farm to Fork) y se adoptó en el contexto del Pacto Verde Europeo (European Green Deal). La estrategia De la Granja a la Mesa propuso una evaluación del acervo de la UE sobre bienestar animal que ayudará a revisar el marco legislativo vigente, incluidas las reglamentaciones sobre el sacrificio y el transporte.
Según la Comisión Europea, un mayor bienestar animal mejora la salud animal y la seguridad y calidad de los alimentos, reduciendo la necesidad de medicamentos y apoyando la preservación de la biodiversidad. La pandemia de Covid-19 ha hecho recordar los vínculos entre la salud animal y la salud humana, y la necesidad de considerar a la salud y el bienestar de los animales bajo un enfoque de Una Salud (One Health).
En la reunión sobre Bienestar Animal el 15 de junio de 2020, la Comisión anunció que se crearía un subgrupo dedicado al etiquetado de bienestar animal. El subgrupo celebró su primera reunión el 27 de octubre de 2020.
Recientemente, en un debate público, los ministros de Agricultura de la UE evaluaron las acciones sobre el tema llevadas a cabo entre 2012 y 2015. Bruselas está analizando las acciones que se pueden llevar a cabo a medio y largo plazo para mejorar una legislación, que no se ha modificado desde 2005. Francia consideró, al igual que Italia y otros países, que la mejora del bienestar animal es un factor de futuro que permitirá a los europeos crear valor, diferenciándose de otras forma de cría que se aplican fuera de la UE.
El tema del transporte de ganado vivo es uno de los puntos candentes en el debate, debido a un reciente episodio donde más de 1.600 terneros pasaron tres meses en un barco que partió desde Barcelona sin poder descargar las reses en ningún puerto.
Los ministros han destacado la necesidad de ir más allá de los actuales requisitos legales de la UE en la materia, e ir incluyendo gradualmente todas las especies ganaderas en una etiqueta que cubra toda la vida del animal (incluidos el transporte y el sacrificio) y de garantizar una interacción fluida con las etiquetas existentes.
La UE tiene una población de ganado considerable que incluye en la actualidad 88 millones de bovinos, 148 millones de cerdos y alrededor de 100 millones de ovejas y cabras. Se estima que los pollos, las gallinas ponedoras y los pavos en la UE rondan los 4.500 millones.
Los productores de la UE deben cumplir con la legislación de bienestar animal de la UE para los productos que exportan. Los productos importados en la Unión no tienen que cumplir con las normas de bienestar animal de la UE (excepto para el sacrificio) y los productores de la UE perciben esto como una limitación a su competitividad.