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Trigo editado genéticamente reduce los niveles de acrilamida en los panificados

La acrilamida que se forma en algunos alimentos es potencialmente perjudicial para la salud humana

El nivel de acrilamida continúa generando debate en la industria alimentaria. Los ensayos realizados en el Reino Unido de una variedad de trigo editada genéticamente descubrieron una reducción significativa del contenido de acrilamida cuando la harina se hornea. 

La acrilamida está presente en los alimentos con harina de trigo después de su formación a partir de sustancias naturalmente presentes como el aminoácido asparagina y azúcares, durante procesamientos a alta temperatura, como la fritura, el asado y el horneado. Un trigo con menos de asparagina en el grano disminuiría el contenido de acrilamida en los panificados procesados.

La nueva cepa de trigo genéticamente modificado (GM) fue obtenida a través de la tecnología de edición de genes CRIPSR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) que permitió suprimir un gen implicado en el contenido de asparagina en los granos de trigo. Los niveles de asparagina en el trigo editado fueron hasta un 45 % más bajos que la variedad de trigo Cadenza usada como control. 

Las pruebas experimentales mostraron que la característica de bajo nivel de asparagina se mantenían en el campo y que no había efectos significativos sobre el rendimiento o el contenido de proteína. 

Los hallazgos iniciales podrían tener un impacto considerable, ya que un nivel bajo de acrilamida permitiría a las empresas alimentarias adelantarse a la evolución de las regulaciones sobre la presencia de acrilamida en los alimentos sin cambios costosos en las líneas de producción o reducciones en la calidad del producto.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por Food and Drug Administration) de los Estados Unidos monitorea los niveles de acrilamida en ciertos alimentos debido a su potencial para afectar la salud humana, aunque no está claro exactamente qué riesgo representa la acrilamida para los humanos. La acrilamida causó cáncer en animales en estudios en los que los animales estuvieron expuestos a dosis muy altas de acrilamida. Por lo tanto, la FDA tiene recomendaciones tanto para los consumidores como para la industria sobre cómo reducir la formación de acrilamida en los alimentos.

En 2016, la agencia desarrolló una Guía para la Industria que describe estrategias para ayudar a los productores, fabricantes y operadores de servicios de alimentación a reducir la acrilamida en los alimentos.

Mientras tanto, una nueva legislación entró en vigencia en la Unión Europea en 2018 con respecto a la cantidad de acrilamida en los alimentos y establece niveles de referencia para varios productos. La ley limita la cantidad de acrilamida permitida en los alimentos envasados ​​y obliga a los fabricantes a controlar y reducir los niveles de acrilamida en los productos.

Sin embargo, las plantas GM solo se desarrollarán para uso comercial si existe un marco regulatorio adecuado y los mejoradores confían en que obtendrán un retorno de su inversión en variedades GM. Los autores calculan que todavía les tomará de cinco a diez años a los mejoradores cruzar este nuevo trigo en sus programas de mejoramiento y producir una variedad comercial.