La capacidad global de generar electricidad de fuentes renovables se duplicó en una década
El mayor crecimiento se dio en las energías eólica y solar, que fueron disminuyendo sus costos de generación
En 2021, la capacidad de generación de electricidad a partir de fuentes renovables a nivel global prácticamente se duplicó respecto al 2012, alcanzando 3 064 GW (Gigawatts). Así lo informa la International Renewable Energy Agency (IRENA). Este aumento significó la creación de 5,4 millones de nuevos empleos globales. A medida que se incrementaron las instalaciones dentro de la red global, los costos de generación de algunas renovables bajaron significativamente entre 2012 y 2021. Medidos en USD/kWh, la generación de fotovoltaica bajó de 0,217 a 0,048, la eólica onshore de 0,081 a 0,033 y la eólica offshore de 0,146 a 0,075.
Los aumentos más notorios se dieron en Asia, que al 2021 triplicó su capacidad, aportando el 50 % de la capacidad instalada mundial, esencialmente por el crecimiento de China, India y Japón. Por su parte, América del Norte con un 74%, de aumento, aportó el 16% de la capacidad mundial de producir renovables y Europa, con un 63 % de aumento, participó con el 21 %. Sudamérica también tuvo un fuerte incremento, cercano al 57 %, pero su participación global solo alcanza el 8 %.
Casi el 50 % de la capacidad mundial de generación renovable se debió en 2021 a energía hidroeléctrica, aunque el incremento entre 2012 y 2021 fue solo del 25 %.
Contrariamente, la capacidad de producir energía eólica a nivel mundial casi se triplicó en el mismo período, pasando de cerca de 300 000 MW a más de 824 000 MW. China, Estados Unidos, Alemania, India, España, Reino Unido, Brasil y Francia son actualmente los primero ocho países en el ranking de producción de energía eólica. Dentro de Sudamérica, Argentina se encuentra segundo, después de Brasil, con capacidad para producir 3 292 MW. El país pasó de una capacidad de producción de 750 MW en 2018, a 3 292 MW en 2021.
La mayor parte de la energía eólica mundial es onshore, es decir terrestre. Solo Europa y Asia desarrollaron en los últimos años fuentes importantes de energía eólica offshore de origen marino, esencialmente China, Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca y Bélgica.
El otro gran aumento en el período 2012-2021 fue el de la energía solar. La capacidad instalada mundial pasó de 104 312 a 849 473 MW, Lo aumentos fueron sorprendentes en Asia, donde de 16 210 se pasó a 485 848 MW y en Estados Unidos, que pasó de 8 613 a 95 209 MW. Europa más que duplicó su capacidad, alcanzando a 185 877 MW, con Alemania superando ampliamente al resto, seguida de Italia, España, Francia, Países Bajos y Reino Unido. En cuanto a Sudamérica, llegó a 19 649 MW de capacidad solar instalada, liderando el ranking Brasil, con 13 055 MW, seguido por Chile, con 4 468 MW y Argentina, con 1 071 MW.
La bioenergía casi duplicó su capacidad global instalada. Contaba con 77 198 MW en 2012, y pasó a 143 371 MW en 2021. En 2021 la mayor contribución la realizó Asia, con 56 917 MW, Europa con 41 846 MW, Sudamérica, con 18 473 MW (más de 16 000 MW aportados por Brasil) y Estados Unidos, con 13 574 MW. Para Argentina, la capacidad de producir bioenergía era relativamente baja en 2021, solo 288 MW.
Argentina tuvo un incremento cercano al 50 % en su capacidad de producir renovables. Con una capacidad instalada de 15 027 MW en 2021, acaba de licitar 620 MW de potencia y almacenamiento en energía eléctrica renovable incluyendo tecnologías de biomasa, solar fotovoltaica, fotovoltaica con almacenamiento y eólica con almacenamiento, plantas de biogás, biogás de relleno sanitario y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos. A pesar de una capacidad instalada de 11 350 MW en 2021, la participación de la energía de origen hidráulico fue desplazada por las fuentes eólica y solar, pasando del 89 % en 2011 a menos del 10 % en 2022, según datos de CAMMESA.
A nivel global, las fuentes renovables tuvieron un incremento del 40%, en la generación anual, comparado con un 14 % de aumento de las fósiles. La demanda mundial de energía sigue en aumento, y para satisfacerla, tanto los combustibles fósiles como las renovables aportan a las necesidades del sector eléctrico, que ha adoptado una matriz diversificada.