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El pasto como materia prima para la producción de papel: un enfoque innovador y sostenible

El proyecto explora el potencial de los pastizales como recursos multifuncionales, más allá de su uso tradicional como alimento para el ganado

Cuatro años de investigación en la Wageningen University & Research (WUR) de Países Bajos han demostrado que el pasto es una materia prima viable para la fabricación de papel. La fábrica de papel Schut en Heelsum, la más antigua de los Países Bajos, con vasta experiencia en la fabricación de papel a partir de desechos, comenzará a producir papel a partir de pasto el próximo año. 

Los investigadores de Wageningen están transformando el pasto de las banquinas y zonas naturales en materia prima para papel y cartón. ACCRES (Application Centre for Renewable Resources) en Lelystad, el lugar de prueba y desarrollo de energía sostenible y materias primas verdes de WUR, es donde se lleva a cabo la puesta a punto del nuevo producto.

Brevemente, el pasto se escanea rápidamente en busca de objetos extraños en una cinta transportadora. Luego se lleva a un digestor donde se rocía con un cultivo de microorganismos. Las bacterias convierten los azúcares en biogás, que puede ser utilizado para refinar aún más la hierba. El producto obtenido se somete a una serie de tratamientos adicionales, como lavado, baño alcalino, secado, corte y picado. Se obtienen así fragmentos de material fibroso limpio y sin granos de arena que se utilizan en la fabricación de papel. El papel y cartón de pasto holandés se fabrica con hierba procedente de banquinas o arcenes y zonas naturales, es dura y leñosa y no contiene muchas proteínas. Cuanto más leñoso, más duro será el papel. En los Países Bajos no hay suficiente hierba para satisfacer toda la demanda de papel, pero sí es adecuada para mercados especializados.

La investigación llevada a cabo en Lelystad es parte integral del proyecto GO-GRASS de la Unión Europea. Financiado a través del programa Horizonte 2020. Este proyecto respalda cuatro iniciativas de demostración con el objetivo de forjar modelos de negocio circulares basados en el el uso del pasto, en cuatro naciones.

Se estima que más de una quinta parte del territorio europeo está compuesto por pastizales, y la premisa central es explorar el potencial de estos pastos como recursos multifuncionales más allá de su uso tradicional como alimento para el ganado. En Dinamarca, científicos están desarrollando métodos para extraer proteínas del pasto joven. Los cerdos daneses mayormente consumen soja debido a la dificultad de digerir el pasto. Si los cerdos pudieran aprovechar la proteína del pasto, se reduciría la necesidad de importar soja. Por otro lado, en Alemania, se está transformando el pasto en biocarbón, un tipo de carbón vegetal, para enriquecer suelos marginales con carbono. Mientras tanto, en Suecia, el pasto se está empleando como material de cama para los establos.