Un solo país es el epicentro mundial de la producción de las tecnologías de energía limpia

Según el informe Energy Technology Perspectives 2023 de la International Energy Agency (IEA), la capacidad de fabricación global de tecnologías de energía limpia incluye los sistemas eólicos terrestres y marinos, fotovoltaicos solares, vehículos eléctricos, camiones de celdas de combustible, bombas de calor y electrolizadores.

De las tecnologías de energía limpia anteriores y sus componentes, el 65% de la capacidad de fabricación global se encuentra en China. Para ciertos componentes, como las obleas de los paneles solares fotovoltaicos, este porcentaje llega al 96%.

En el 2021, la participación del país en la capacidad de fabricación mundial de tecnologías de energía limpia se componía de: eólica marítima, 70%; eólica terrestre, 59%; sistemas solares fotovoltaicos, 85%; vehículos eléctricos, 71%; camiones de celda de combustible, 47%; bombas de calor, 39%; y electrolizadores, 41%. China, junto con el resto de la región de Asia Pacífico, representaba aproximadamente el 75% de la capacidad de fabricación mundial en siete tecnologías de energía limpia.

A pesar de ser el mayor emisor de carbono del mundo, China es también el mayor productor de la mayoría de los minerales críticos para la revolución verde. El país posee el 60% de todos los elementos de tierras raras y el 13% de la producción mundial de litio, aunque este mercado sigue siendo dominado por Australia (52%) y Chile (22%). Pero incluso más que la extracción, China es la economía dominante cuando se trata de operaciones de procesamiento. La participación del país en refinación es de alrededor del 35% para el níquel, el 58% para el litio, el 65% para el cobalto y el 87% para las tierras raras. EE. UU., a pesar de ser la economía más grande del mundo, no aparece entre los mayores productores de ninguno de los metales enumerados.

La superioridad de China en tecnologías de energía limpia ha sido atribuida, de acuerdo con el informe de la IEA, a múltiples factores. Estos incluyen la eficiencia en costos de fabricación, su dominio en el procesamiento de metales esenciales, así como la continua inversión y apoyo político. Esta combinación ha consolidado la posición de China en una parte significativa del mercado global de tecnologías limpias y ha generado una reducción progresiva de los costos energéticos.

Aún debe haber un aumento significativo en la capacidad de fabricación en las próximas décadas si la demanda se alinea con el escenario de emisiones netas cero de la IEA para 2050. Dichos desarrollos requieren inversiones en nuevos equipos y tecnología, el desarrollo de una fuerza laboral capacitada, el acceso a materias primas y refinadas, y la optimización de los procesos de producción para mejorar la eficiencia. Esto hace que sea probable que el dominio de China en el sector continúe en los próximos años y tenga implicaciones notables para el panorama mundial de energía y emisiones.